Empresarios del aceite en evidencia
Dulfredo Endara Delgado
Alan García calificó de "error" la decisión del gobierno boliviano de prohibir la exportación de aceite comestible, motivos no debe faltarle, considera que sólo el anuncio de una prolongada restricción ya genera escasez y subida de precios en su país. Él prometió que la inflación en Perú este año no alcanzaría el 3% y ya en el primer trimestre está en el 2,2% superando la banda mínima esperada para toda la gestión y fijada en un 2%. Tampoco puede pasarse por alto que en su anterior gestión de gobierno la inflación y corrupción acabaron con su popularidad, así que tiene fuertes presiones que le hacen perder la cordura y deja escapar expresiones inadecuadas.
Pero, lo revelador del "error" detectado por Alan García, es que las grandes empresas aceiteras de Bolivia radicadas en Santa Cruz y que financian al Comité Cívico, contribuyeron a la estabilidad de precios en el Perú mientras deliberadamente privaban de este alimento a las familias bolivianas, generando inflación en Bolivia.
En la Argentina, para combatir la inflación se tomó la medida de incrementar los impuestos a las exportaciones de soya y girasol hasta el 45%, pero aquí los empresarios del mismo sector se quejan de una restricción temporal de exportación, que el gobierno ha señalado querer levantar ni bien los precios del aceite vuelvan a la normalidad. Mientras tanto, continúa vigente la devolución de impuestos a la exportación, medida incomprensible si se observa el favorable escenario internacional y que queda como residuo de la época neoliberal donde el lema era "exportar o morir". Pero no sólo se benefician de ese incentivo sino que, en el caso IOL, está en los estrados judiciales un juicio de Impuestos Nacionales para recuperar 20 millones de bolivianos corruptamente logrados cuando sin exportar se beneficiaron de la devolución de impuestos.
Y finalmente, el alto subsidio del diesel que consumen los agropecuarios, el mismo que fue calculado tomando como referencia el precio de barril de petróleo a $us 27 cuando a la fecha el mismo excede los $us 100, esa transferencia del Estado a los empresarios no se traduce en un menor precio del aceite en el mercado nacional, el mismo nos enteramos, se fija según la cotización de Nueva York. Y entonces: ¿qué sentido tiene el sacrificio nacional?, ¿será que estas grandes empresas aceiteras pagan salarios a los trabajadores de sus fábricas cómo en Norteamérica?, ¿pagarán a los pequeños productores de granos oleaginosos según los precios internacionales?
Los datos internacionales son reveladores y demuestran que esos empresarios del aceite sólo persiguen un interés político elitista y desintegrador de la Patria, en tanto se llenan los bolsillos con rapidez y avaricia.
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